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¿Qué es el Low Pressure Fitness (hipopresivos)?

El Low Pressure Fitness (LPF) es un sistema de entrenamiento que combina la base de la técnica de los hipopresivos, de la reeducación postural y el trabajo respiratorio.
Con LPF se entrenan las principales cadenas musculares al tiempo que se disminuye la presión intraabdominal. Es una “gimnasia de baja presión” que disminuye la presión en el abdomen y en el suelo pélvico y que trabaja el cuerpo  reforzándolo globalmente. Esta técnica sirve tanto para prevenir dolencias o patologías como para tratar las ya existentes (siempre que el facultativo especialista haya hecho previa valoración).

Aspectos de la vida cotidiana, como por ejemplo pasar muchas horas sentada delante del ordenador, realizar esfuerzos físicos sin tener en cuenta una correcta postura corporal, no hacer ejercicio físico (o el que se hace es de impacto o de alta presión), estornudar, defecar, toser, parir, levantar pesos continuamente o intervenciones quirúrgicas (como por ejemplo histerectomía o cáncer de próstata),  pueden influir negativamente en nuestro cuerpo, generando dolores de espalda, de cervicales, problemas en el suelo pélvico (incontinencia urinaria o prolapso de órganos) o acortamientos musculares. Por eso es importante trabajar el cuerpo con técnicas que ayuden a minimizar todos aquellos efectos negativos que pueden surgir de la vida diaria y que generan estrés corporal. Las clases de hipopresivos son ideales para contrarrestar todas estas acciones nombradas anteriormente y que ocasionan dolencias y patologías.

 

LOW PRESSURE FITNESS (LPF) | CLASES SEMANALES DE GIMNASIA ABDOMINAL HIPOPRESIVA | Ejercicios hipopresivos |  Sabadell

 

hipopresivos sabadell

Beneficios, indicaciones y contraindicaciones

de los hipopresivos

Beneficios

  • Tonificar la musculatura abdominal y perineal.

  • Mejorar la postura corporal.

  • Prevenir todo tipo de hernias.

  • Prevención y/o reducción de los síntomas de incontinencia

  • Prevención de lesiones articulares y musculares

  • Prevención y/o reducción de los prolapsos.

  • Proporcionar una eficaz protección lumbo-pélvica.

  • Aumento de la salud sexual

  • Reducir el perímetro de la cintura.

  • Como todo ejercicio físico, proporcionar bienestar y placer

Indicaciones

El prolapso se clasifica en cuatro grados, siendo los dos primeros leves y el tercero y el cuarto graves (generalmente se necesita cirugía para poner solución).

Los de grado I y II se tratarán con fisioterapia del suelo pélvico y ejercicios que trabajen esta zona como el LPF. Los de grado III y IV, después de la cirugía, también es recomendable realizar ejercicios de suelo pélvico.

Incontinencia urinaria/heces/gases: si está causada por  debilidad de la musculatua del suelo pélvico (es el médico especialista el que hace esta valoración) hay que promover la realización de los hipopresivos porque se consiguen muy buenos resultados.

Menopausia: los cambios hormonales que se producen en la mujer durante la etapa del climaterio pueden afectar físicamente, provocando entre otras cosas debilidad muscular, dolor articular y osteoporosis. Realizar ejercicio ayuda a aumentar la masa ósea, a tonificar la musculatura y a tener el cuerpo preparado para reducir estos síntomas asociados a esta etapa vital femenina.

Dolores menstruales: si estos dolores están asociados a tensión en suelo pélvico o lumbar, la dismenorrea puede reducirse con LPF.

Prostatectomía: la extirpación parcial o total de la próstata a causa de un cáncer de esta glándula, puede provocar incontinencia urinaria. El trabajo de fisioterapia de suelo pélvico y realizar ejercicios para fortalecer esta zona ayudan a reforzar y mejorar la incontinencia.

Recuperación posparto: durante el embarazo y a causa del aumento de peso del bebé, el líquido amniótico y la placenta, el suelo pélvico sufre mucha presión y puede debilitarse, perdiendo su funcionalidad, lo que puede provocar incontinencia urinaria y/o prolapso de órganos (caída de órganos). El parto también puede provocar debilidad en la musculatura pélvica (y más si es un parto instrumentalizado con fórceps o ventosas).
Durante la gestación existe una separación de los rectos abdominales (diástasis) para que tanto el bebé como el útero puedan ir aumentando de tamaño. A veces, en el posparto, ocurre que esta diástasis no se cierra como es debido, pudiendo causar problemas de incontinencia urinaria y/o prolapsos o dolor de espalda.

Prolapso de órganos pélvicos: existen diferentes motivos por los que un órgano puede descender de su situación orignial invadiendo un espacio ajeno. El parto vaginal, la menopausia o la obesidad pueden ser factores de riesgo para que esto ocurra. Los prolapsos, además de incómodos, pueden estar asociados a otras patologías como incontinencia urinaria, dispareunia (dolor en las relaciones sexuales) o dolor pélvico, entre otros. Hay que tener en cuenta que esta caída de órganos sucede porque la musculatua y estructuras adyacentes se debilitan y pierden su función de sostén, lo que provoca el prolapso.

Contraindicaciones

Hipertensión: se puede realizar todo el trabajo de reeducación postural pero se evitarán las apneas.

Enfermedades obstructivas inspiratorias.

Inflamaciones intestinales o estomacales.

Alteraciones cardíacas o cardiopatías.

Durante el embarazo se evitarán las apneas.

Alteraciones psíquicas.

Cualquier contraindicación médica al ejercicio físico.


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